4.10.10

PLAN FUGA

Cae la tarde. Una niña con su uniforme de física se acomoda los tenis en el portal de su casa. Yo voy volando en mi bici. Hoy decidí salir a las cinco en punto de la oficina. No llevo prisa pero acaso crea que si sigo en esta misma dirección y a esta misma velocidad la tarde siga siendo del mismo color. Me detiene el semáforo. Veo a la niña. Su corazón ha de estar latiendo a la misma velocidad que el mío. Casi puedo verlo saltar por encima de su playera blanca. Blanco amarillento, llevará ya un año con ella. La pantaloneta con el mismísimo tono. Luz verde, ella se queda ahí, amarrándose fuertemente unos chapulines rosados que combinan perfectamente con sus calcetas caladas. Y yo sigo con mi persecución. Plan fuga. No importa a donde ir ahora mismo. Volteo a verla. Va corriendo justo en dirección contraria. 

5 comentarios:

Angel Elías dijo...

todos escapamos de algo. de la vida, de los recurdos, de los amores malogrados. Tenemos siempre ese plan de fuga que que la tristeza no nos alcance... y volamos con lo que la fuerza de nuestras piernas nos permite para alcanzar la felicidad antes de que termine la tarde

unarevistaliteraria dijo...

Pues hay que ir por ella, quizá juntos la fuga sea más divertida.

Saludos

Engler dijo...

Creemos que escapamos. Pretenciosos que somos los adultos. Si fuésemos como la niña solo correríamos para jugar!

Saludos compa! Compas mas bien! (lo bueno de esa palabra es que no tiene género)

Anónimo dijo...

Plan fuga. Me gusta. Una fuga rápida, condensada y deliciosa como el texto.

El asunto es que personalmente he deseado tantas veces fugarme pero de mi mismo. Y no se si alguien ha podido, yo no.

Engler dijo...

Es que eso de huir de uno mismo aparte de traición tambien es ir en la dirección equivocada...

Gracias por la visita! Saludos anónimos!

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