15.10.09

Zapato rojo, tacón alto. Todo lo demás en la calle está en blanco y negro. Como para morir de tristeza. Sentado en la acera de una calle aletargada. La tristeza no es el lugar común, es el lugar. Henos en este lugar. El ruido es un velocípedo ignorante. Una luz apunta desde el cielo, llega el día y todo es inútil. A veces para fingir que no soy blanco y negro y que no estoy sentado en una calle repleta de humo, de gentes y de mierda, intento escribir. Escribo. La oscuridad se apodera de mi lámpara y todo es una pesadilla, la claridad intenta colarse por las postales de papel vendible por un par de monedas. Únicamente curiosidad. Hace desorden en la acera. Un zapato rojo abandonado, tacón alto.

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