25.9.09

A DONDE...

Murallas de clandestinos silencios justo detrás de una interminable verborragia. Esta noche emite ásperos sonidos. Noches y dias cual quieras. Tan sólo soy después de tanto decir nada, hacer nada, parecer nada. Quiero caer, quiero volar. Se ha roto la luna, hace decenas de crecientes y menguantes ya. Esa misma que se esfumaba en tu cuerpo y a la que buscaba jugando a perseguirla por cualquier rincón de tu piel. Eran tiempos de otras canciones y otras sensaciones pero todo se volvió oscuro y dantesco. La ciudad se llenó de balas. Y vos te fuiste.

1 comentarios:

Prado dijo...

La tristeza es el lugar común, Engler. Henos aquí. Saludos.

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