9.6.09

BUTACA

Ademas de tantas cosas también llueve, tristemente, solitariamente. Los árboles y arbustos de la ciudad llevaban meses siendo cenizos, de repente y como si la lluvia fuese un telón que se cierra y se abre, el verde, miles de verdes, sueños de verde, tristeza verde. Las hojas annegadas, barcos errantes, submarinos verduzcos. La gravedad de los tragantes acecha. Agujeros en el rostro de una calle desdentada. Se vuelve a cerrar el telón.

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