17.9.11

Levanto la vista. Una pareja se sienta a comer en la única mesa que queda frente a mí. No había ningún lugar vacío desde donde solo se pudiera observar la pared. Él parece haber cancelado la cuenta, tomó la factura de sobre la bandeja. La guardó en su gorda billetera. También tomó las pajillas y las colocó en los vasos sudorosos y rebosantes. Sacó su teléfono y no ha parado de hablar. La chica le da un sorbo a la bebida y dirige la mirada hacia todos lados. Parece no saber exactamente donde poner la vista. La observo. Se da cuenta de ello. Me ve y forza una sonrisa. Como mis intentos desesperados que también terminan por forzar estas líneas. Bajo la mirada y sigo con mi lectura. Mejor.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, mejor, no sea que el tipo de la billetera gorda y saldo ilimitado en el celular, al igual que la muchacha se de cuenta que la observas... y como diria mi mama: "machete estate en tu vaina!"

Un abrazo capo!

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