14.10.10

LUCAS Y YO TENEMOS LA MISMA EDAD

Llegaba a la casa a jugar al fútbol. Estudiaba con uno de nosotros en la escuela pública a la que asistíamos. Ahí lo conocimos y como nos faltaban jugadores, lo invitamos. Creo que fue el único que aceptó. Es que éramos un equipo realmente malo. Alguno que otro de nosotros se salvaba con eso del fútbol. Lucas no. Esas tardes de entrenar se fueron haciendo noches. Si se regresaba pronto a su casa lo más probable era que no comiera nada. Se fue quedando, pasó a formar parte de "nosotros". Lo único distinto era que regresaba a casa de su papá a dormir. Lo más lujoso que tenía era una bici con frenos de esos que se activan cuando se intenta pedalear hacia atrás. Que se la habían regalado sus padrinos, nos contaba. Alrededor de 15 años después de conocerlo me entero de su vida. De todos "nosotros" ha sido el que más éxito económico ha tenido. Algunos como yo terminamos refugiados en los libros, fallando en alcanzar un titulo en la U, otros se fueron al norte, un par de afortunados tienen trabajos interesantes. Los más, sobreviviendo después de salir de "ese lugar". Lucas en cambio se hizo coyote. Fue él quien se llevó a los que al cabo de los años volvieron deportados. Me cuentan que como parte de ese trabajo, la dueña de una barra de stripers le pidió que se llevara a su hija. El pago, se quedó con el bar. Me enteré que tiene varios hoteles en los alrededores de la ciudad, locales comerciales, terrenos, carros, casas. En fin, hizo dinero. Por las noticias me entero de los cateos que realizan con cierta regularidad en ese barra. Han encontrado de todo, menos a él. La otra vez capturaron a alguien con el mismísimo nombre, la nota decía su edad, 50 años. Seguramente era su padre. A veces me dan ganas de buscarlo, entrar a esa barra y preguntar por él. Pero no soy suicida. O un cobarde total. Me da curiosidad eso sí, encontrarme y platicar con alguien que tiene exactamente la misma cantidad de días vividos que los míos. Y con esa historia. Pero supongo que esta es otra historia común y ordinaria. Algún grupero podría componerle un mal corrido. Si fuera de los tigres podría pensar que es mucho más interesante. Cuando voy a Xela y paso frente al exxeso se me vienen muchas imágenes a la cabeza. Me quedo con esa donde yo leo las noticias viviendo algunos días más.

5 comentarios:

angel elias dijo...

ve que Lucas.... mis amigos todos se los llevo el gran lucas a los estados. aca de este lado de la locura quedamos pocos. ciertamente me da nostaligia recordar, pero más tristeza me da, despues de tantos años, darme cuenta que al ya no poder recordar, exagero mis memorias

Anónimo dijo...

De la existencia real del sueño americano solo tengo como prueba algunas varias malas películas. Pero el sueño chapín si que lo he visto varias veces. Y se reduce exactamente a eso: a Lucas. O a la historia de algún político.

Así, que viva esta tierra de los sueños.

Engler dijo...

Y que tendríamos de ganancia si no exageráramos nuestros recuerdos! La exageración de los mismos es lo que hace que no nos muramos de tristeza en este paisito mi estimado angel!

Anónimo, tu comentario me recordó un libro de Victor Muños, "todos quieren de todo"... que vivan los sueños entonces!

Saludos!

Koan Resuelto dijo...

Interesante historia... muy bien narrada. mano, yo tengo título de la U y un trabajo 'interesante', dinero no. De vez en cuando -cuando puedo- me refugio en los libros.

Saludos, bien allí con las narraciones...

Anónimo dijo...

Gracias!

Engler

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