LIBERTAD

mar

Ha terminado de llover, es que a falta de verdaderas lluvias no queda mas remedio que llamarle así a esas brisas pasajeras, tenues y livianas. Un niño parece divertirse corriendo erráticamente de un lado a otro, pareciera que en cualquier momento tropezará. Alguien lo observa de reojo. Ha de ser su padre por la forma en que lo ve, una mirada de entre “te estoy poniendo atención , solo espero que no hagas nada que no se deba” El niño voltea a verlo repetidamente, como buscando su aprobación, tratando de hallarle o provocarle una sonrisa. Su supuesto padre solo lo ve y musita una sonrisa breve, brevísima. ¿Qué pensará el niño? Sigue dando vueltas sin parar, sin en este momento fuese posible entrar en su mente talvez se verían algunas ideas como “por qué no están todos conmigo corriendo si es tan divertido” Pero solo lo observamos mientras escribimos o mientras leemos o mientras platicamos. En su banca y con los ojos sumergidos en un libro de portada dura, el padre hace gestos que revelan sus esfuerzos por observar algo, algo que le explique por qué el niño corre tanto. Rápidamente parece abandonar esa idea y continúa su plácida lectura. De pronto el niño se aburre. O se cansa. Para el niño nada es lo mismo, se aburre cuando ve la tele pero como le prohíben tantas cosas ha empezado a tomarle cariño. Se cansa cuando corre y su cuerpo está en estado de trance que casi parece estar drogado. Es la adrenalina supongo, esa que fluye fuera de si a fuerzas de gritos, risas, corridas, mas risas, mas sonrisas. Pero no, no está cansado. Es solo que encontró algo en una enorme maceta, algo levemente enterrado. Así que se decide a querer descubrir que es pero se asusta después del inclemente y ruidoso grito del padre “no vayás a meter las manos en la tierra” El niño se desconcierta, pero entiende que así son las cosas, piensa que podría hacer un enorme teatro pero no lograría que lo dejasen buscar lo que quiere. Se da la vuelta y sigue corriendo. El padre piensa. No, el padre no piensa, mas bien sigue con su interminable lectura.